miércoles, 17 de febrero de 2010

SEGURIDAD EN LAS MAQUINAS: Directiva 2006/42/CE.

En enero de este año ha entrado en vigor la Directiva 2006/42/CE relativa a las máquinas.

Con la entrada en vigor de la nueva normativa, se invalidan los estudios previos: informe técnico, declaración CE de conformidad, manuales de instrucciones de todas las máquinas anteriores y hay que revisar todos ellos (ha habido tiempo desde 2006 para hacerlo, pues estaba establecido desde entonces).

Analizando las diferencias entre la normativa que acaba de entrar en vigor y la anterior, hay que decir en primer lugar que se trata de “detalles” que mejoran de forma notable su estabilidad legal o cierran huecos que quedaban más abiertos a la interpretación, pero lógicamente no varían los aspectos sustanciales. El hecho de que la aplicación de esta normativa invalide los estudios realizados bajo la óptica de la normativa anterior hace pensar que muchos estudios se habían “colado” por los huecos mencionados o que interesa hacer que las empresas se vean obligadas a realizar gastos en mantener estos estudios. Creo que este aspecto precisa algo más de profundización:

El objetivo de la normativa de la UE, y en concreto la que se encarga de la seguridad en las máquinas es doble, aunque no se admita abiertamente: el objetivo fundamental es el de asegurar que la máquina durante su vida útil no causará problemas de salud a las personas con las que interactúa, ni al entorno; el segundo es establecer un filtro a las importaciones que impida entrar en la comunidad a la maquinaria que no cumpla los requisitos establecidos. En cuanto a este último, corresponde al ámbito de la política comunitaria y lo discutiremos en este blog en otro momento. Lo realmente importante es el primer aspecto, la seguridad de las personas y el entorno.

Tras muchos años de diseño de máquinas, poco a poco hemos llegado a la conclusión de que la seguridad es lo más importante a la hora de diseñar una máquina, pero no por ello deja de estar confrontada con el grado de dificultad que puede entrañar alcanzar un nivel óptimo, el costo que ello supone en la realización de la máquina y el tiempo de requiere adoptar las soluciones adecuadas. Finalmente en algunos casos, una parte de la seguridad se ve comprometida por estas razones. En este sentido, es muy de agradecer el número cada vez mayor de normas armonizadas de clase C dirigidas a máquinas específicas y riesgos previstos, muchas veces con la solución propuesta. De esta manera, es suficiente el conocimiento de la norma para su aplicación, obteniendo con ello la seguridad de estar empleando uno de los mejores medios para garantizar que la máquina final se puede certificar sin problemas.

VECTOR, SERVICIOS DE INGENIERIA MECANICA, SLU.